La
ontología estudia la manera en que se relacionan las entidades que existen. Por
ejemplo, la relación entre un universal (rojo) y un particular que "lo
tiene" (esta manzana), o la relación entre un evento (Sócrates bebió la
cicuta) y sus participantes (Sócrates y la cicuta). Esta ciencia, se deriva de
la epistemología o teoría del conocimiento. Y ese origen le otorga un matiz
léxico-gramatical que amplifica su radio de acción en las ciencias sociales.Así
pues, una de los objetivos principales de la ontología corresponde a describir la relación entre el sustantivo, que
en este caso se refiere al objeto de estudio, el marketing, y el predicado o el
desarrollo de la problemática presentada, su estructura y lo evidenciado en
ella.
La
percepción que se realice acerca del objeto de estudio, determinará la postura
ontológica condicionada por la corriente de pensamiento que se considere
apropiada para enfocar las proposiciones pertinentes al campo académico. Esas
proposiciones establecerán relaciones, en primer lugar a nivel, morfosintáctico
gramatical, tomando en cuenta desde los concepciones lingüísticas, la
reciprocidad entre idea y logo o imagen que se presenta para crear
definiciones.
La
formación de conceptos establecidos arbitrariamente por los signos, símbolos e
íconos lingüísticos y no lingüísticos están en constante interacción e
interrelación para dar sentido y significado a todas las acciones y actividades
desarrolladas en la sociedad. La precisión léxica en el uso de los términos
adecuados para describir cualidades, habilidades y destrezas estructuran y
sostienen las bases teóricas de las propuestas paradigmáticas que dinamizan el
quehacer científico.
En ese sentido, ésta investigación desemboca en el Racionalismo,
debido a que primero se ve la evidencia, luego se reflexiona y finalmente se
analiza sobre los procesos de marketing en las organizaciones de servicios.